En 2011 ya opinamos sobre la propuesta del entonces Primer Ministro griego, el Sr. Papandréu de convocar un referéndum para que los ciudadanos griegos aprobasen las condiciones para el plan de rescate de entonces. Al final el referéndum no llegó a realizarse y el Sr. Papandréu dimitió. En el 2015, el actual Primer Ministro, el Sr. Tsipras ha celebrado un referéndum, recomendando a sus ciudadanos que voten "no" a las condiciones que los acreedores de Grecia requieren para renovar el plan de rescate porque con ese "no" en la mano tendrá más fuerza para negociar. Aún así, con el referéndum ya convocado, dio marcha atrás y dijo estar dispuesto a aceptar las condiciones impuestas. La verdad, me recuerda a esa escena de los Hermanos Marx en "Una noche en la Opera" donde Groucho y Chico "negocian" un contrato que, al final, acaban rompiendo.
No estoy de acuerdo con las políticas de austeridad que promueven las instituciones y soy de la opinión que los ciudadanos de a pié no podemos ser los únicos que estemos sufriendo por culpa de la ineficacia de esas mismas instituciones. Tampoco me parece razonable que no se hayan pedido más responsabilidades a políticos y banqueros irresponsables (cuando no corruptos). Dicho esto, no creo que tampoco sea razonable que el resto de los ciudadanos de la UE tengamos que sufrir más de lo que ya hemos sufrido porque los diferentes gobiernos de Grecia no sean capaces de poner algo de orden en sus finanzas. Me asombra ver las imágenes sonrientes del Sr. Tsipras al depositar su voto y la posterior celebración de la "victoria" del "no". ¿Victoria? ¿Qué se imaginan los griegos que va a pasar ahora? ¿Se imaginan que el resto de la UE va a renovar el paquete de rescate económico sin más? También me asombran los comentarios de aquellos que se refieren a este referéndum como una nueva lección que nos dan los griegos desde la cuna de la democracia. En este sentido, algunas consideraciones. El sistema democrático que se estableció en Grecia alrededor del año 507 a.C estaba compuesto por tres instituciones: una asamblea legislativa (ekklesia), un consejo compuesto por 500 consejeros (boulé) y los tribunales. De los alrededor de 260.000 habitantes de Atenas en el Siglo IV a.C, solo tenían derecho al voto unos 40.000 que eran los hombres mayores de 18 años. Las mujeres, residentes extranjeros y unos 150.000 esclavos no tenían derecho al voto. De las instituciones descritas, el consejo de los 500, que se elegía por sorteo era el encargado de proponer las leyes que la asamblea legislativa votaría. Algunos historiadores han notado que con bastante asiduidad en los sorteos salían elegidos miembros de las familias más poderosas e influyentes de Atenas.
En fin, solo unas notas a la espera de lo que pase mañana en los mercados.
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