A juzgar por las decisiones que toman, los líderes europeos parecen tener tendencias sadomasoquistas. Es la única explicación que se me ocurre después de conocer las condiciones del "rescate" a Chipre, donde los depósitos bancarios de hasta 100.000 euros serán gravados con una tasa del 6,75% y por encima de ese importe con una tasa del 9,9%. Además, se han tomado medidas para evitar la fuga de depósitos. Parece ser que una de las razones para imponer esta condición está relacionada con el hecho de que un porcentaje elevado de los depósitos en Chipre son de ciudadanos rusos y se sospecha proceden de actividades ilegales. Obviamente sería inaceptable que un rescate de los bancos chipriotas, pagado con los impuestos de los europeos, beneficiara a criminales rusos, pero también es inaceptable que los chipriotas honestos que con ahorros de hasta 100.000 euros se hayan fiado de la "garantía" que ofrece la legislación europea, ahora vean sus ahorros mermados por la tasa que se ha impuesto. Las medidas posiblemente afecten a toda la U.E. y al euro ya que se establece un precedente en cuanto a la "garantía" de los depósitos y la posibilidad de que se impongan "corralitos" en otros países europeos. Las consecuencias van a ser dañinas para la U.E. y para sus líderes que van a tener que hacer frente a nuevos problemas, cuando parecía que los nubarrones que se cernían sobre el euro se habían alejado, pero parece que a nuestros líderes les gusta fastidiar y sufrir.
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