Parece que de repente algunos políticos se han puesto de acuerdo para leer Hamlet y parafraseando al Principe protagonista plantean dilemas que a estas alturas ya deberían de estar superados. En artículos anteriores como La resaca de la cumbre de la U.E y La poca confianza del Capital en el Capitalismo escribía que los políticos parecían más preocupados en apaciguar a los mercados que en buscar soluciones duraderas a los problemas que tenemos y terminaba uno de los artículos con la frase: ¡Si Keynes levantara la cabeza!. Pues bien, parece que Keynes ha levantado la cabeza e incluso desde la Comisión Europea, según informaba ayer El País, se empieza a hablar de un nuevo "Plan Marshall" para Europa. El pasado enero, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya avisaba que "...demasiada consolidación fiscal también sería malo para el crecimiento porque no habrá suficiente demanda para productos y servicios en la economía" (*). Un aviso que repitió hace unos días y que también asume la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2012 que abre con la pregunta: ¿Cómo salir de la trampa de la austeridad?
El Presidente del Consejo Europeo, el Sr. Van Rompuy en una carta del 26 de abril que envía a los miembros del Consejo invitándoles a una cena informal (el caso es gastar donde menos hay que gastar) para preparar la cumbre de junio también comenta que "...a partir de ahora el énfasis debería concentrarse en medidas que impulsen el crecimiento y la creación de empleo" (*). Hará falta que la Sra. Merkel también se de cuenta y previsiblemente lo haga a regañadientes cuando, como según se anticipa el Sr. Sarkozy pierda las elecciones francesas, y se rompa el eje franco-alemán. Aunque en lo relativo a este último punto parece que los estrategas del PP ya están buscando profesor de Alemán para el Sr. Rajoy -¿Se acuerdan? Si, el mismo que ganó las elecciones y luego desapareció.
(*) Traducción propia