Un articulo que se escribió cuando el alcalde de Madrid era Álvarez del Manzano. Desafortunadamente, las cosas no han cambiado mucho.
"En vista de la creciente importancia de Madrid como destino turístico, creo que sería conveniente publicar una hoja informativa sobre la ciudad para repartir entre aquellos que decidan visitarnos. A continuación, una sugerencia sobre su contenido:
- Si llegan ustedes al aeropuerto de Barajas y eligen coger un taxi para trasladarse al centro de la ciudad, ármense de paciencia y esperen en la única parada que hay. Quizá fuese conveniente tener varias paradas repartidas a lo largo de la terminal, pero qué se le va a hacer.
- Una vez dentro del taxi, si ustedes no fuman, no les gusta que les machaquen los tímpanos con la canción del verano y están acostumbrados a viajar en taxis limpios, lo sentimos. Por lo menos, si pretenden no hablar nuestro idioma se evitarán escuchar las opiniones del conductor sobre la Liga de fútbol, la política nacional y los achaques de su suegra.
-Tengan mucho cuidado al cruzar las calles, ya que las indicaciones de los semáforos en Madrid difieren de las de otras ciudades. El cambio de color de la figura del peatón de rojo a verde no es la señal para que ustedes crucen, sino para que los automovilistas se salten el semáforo. Tampoco se engañen con los pasos de peatones, son, sencillamente, una decoración en el asfalto.
- En su primer contacto con algunas zonas del centro de la ciudad es posible que crean estar en Beirut, no se alarmen, están ustedes en la capital del reino, el París del sur.
- Observarán que será muy difícil ver policías a pie. Si alguna vez necesitan la ayuda de uno, tendrán que correr tras un coche patrulla, o, si encuentran alguno estacionado, molestar la lectura de sus ocupantes.
- No les recomendamos levantar la vista del suelo a no ser que no les importe pisar cagadas de perros durante sus paseos por la ciudad.
- Eviten comprar pan. Los dependientes manipulan las barras sin protección alguna en las manos y después de haber tocado quién sabe qué.
- En Madrid hay miles de bares. Si a ustedes no les importa que los productos alimenticios que se exhiben en las barras estén sin protección y expuestos al humo de los cigarrillos, a la saliva de los clientes y a la mugre del camarero, podrán disfrutar sin problemas de la gastronomía de la ciudad.
- Tengan en cuenta que los habitantes de Madrid tienen derechos, pero no tienen obligaciones. Así se explica la falta de civilidad de muchos de los habitantes de la ciudad, que se manifiesta por la suciedad de las calles, los coches mal aparcados y el ruido a todas horas del día y de la noche.
- Se preguntarán ustedes si en Madrid hay alcalde. La respuesta es que, desafortunadamente, sólo tenemos un maestro de ceremonias que se dedica a inaugurar túneles y a destapar fuentes."
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