30 sept 2011

El Banco de España interviene la CAM

El Banco de España interviene la Caja de Ahorros del Mediterraneo (CAM). Según palabras del Gobernador del Banco Central: "La CAM es lo peor de lo peor". Lo asombroso es que la frase la ha dicho el responsable de la entidad encargada de supervisar a la CAM. ¿Se van a pedir responsabilidades a los que estaban a cargo de la supervisión?. También asumo que las cuentas de la CAM estaban auditadas por una auditora externa y que habría un Comité de Auditoría dentro de la CAM. ¿Alguién, aparte del contribuyente, va ha hacer frente a los dos mil y pico millones que va a costar la intervención?.

28 sept 2011

Hipocresía de la Administración del Estado

¿Cómo puede la Administración ser tan hipócrita? En Madrid, me llegan noticias de que en una de las sucursales del MAP hay unas 200 plazas de aparcamiento reservadas para los funcionarios que trabajan allí. No se crean que es un edificio exclusivo del Ministerio. El edificio en cuestión alberga viviendas, oficinas y un aparcamiento, de los de pago para el sufrido contribuyente.
¿Cómo puede la Aministración alentarnos para que se use el transporte público, cuando pone a disposición de sus funcionarios aparcamientos que son costeados por los contribuyentes?
Parte de las plazas de aparcamiento son usadas por funcionarios del Ministerio de Hacienda. Así me gusta que no haya intermediarios, directamente del bolsillo del contribuyente al despilfarro de la Administración.

Los cigarrillos como armas letales

Tengo que empezar por decir que soy un ex fumador. Eso sí, era un fumador educado que nunca fumaba en un ascensor, un espacio reducido o entre platos durante una comida. Ahora que ya no se puede fumar en lugares públicos, aquellos maleducados que fumaban sin tener un mínimo de consideración a los no fumadores ya no molestan, al menos en sitios cerrados. Ahora la batalla está en la calle. Recuerdo que cuando fumaba en la calle era consciente de que llevaba algo encendido en la mano, algo que podía quemar y algo que desprendía ceniza que al contacto con una prenda de vestir, la podía quemar. Pues bien, la mayoría de la gente que hoy se pasea por las calles de Madrid con un cigarrillo encendido entre los dedos no se da cuenta de que pueden quemar a alguien o sus prendas. Mueven el cigarrillo al compás de sus movimientos exuberantes de brazos y manos sin pensar. ¿Podría demandar a alguien o al ayuntamiento si alguien me hace un agujero en el traje con un cigarrillo?

Sugerencias a los turistas

Un articulo que se escribió cuando el alcalde de Madrid era Álvarez del Manzano. Desafortunadamente, las cosas no han cambiado mucho.
"En vista de la creciente importancia de Madrid como destino turístico, creo que sería conveniente publicar una hoja informativa sobre la ciudad para repartir entre aquellos que decidan visitarnos. A continuación, una sugerencia sobre su contenido:
- Si llegan ustedes al aeropuerto de Barajas y eligen coger un taxi para trasladarse al centro de la ciudad, ármense de paciencia y esperen en la única parada que hay. Quizá fuese conveniente tener varias paradas repartidas a lo largo de la terminal, pero qué se le va a hacer.
- Una vez dentro del taxi, si ustedes no fuman, no les gusta que les machaquen los tímpanos con la canción del verano y están acostumbrados a viajar en taxis limpios, lo sentimos. Por lo menos, si pretenden no hablar nuestro idioma se evitarán escuchar las opiniones del conductor sobre la Liga de fútbol, la política nacional y los achaques de su suegra.
-Tengan mucho cuidado al cruzar las calles, ya que las indicaciones de los semáforos en Madrid difieren de las de otras ciudades. El cambio de color de la figura del peatón de rojo a verde no es la señal para que ustedes crucen, sino para que los automovilistas se salten el semáforo. Tampoco se engañen con los pasos de peatones, son, sencillamente, una decoración en el asfalto.
- En su primer contacto con algunas zonas del centro de la ciudad es posible que crean estar en Beirut, no se alarmen, están ustedes en la capital del reino, el París del sur.
- Observarán que será muy difícil ver policías a pie. Si alguna vez necesitan la ayuda de uno, tendrán que correr tras un coche patrulla, o, si encuentran alguno estacionado, molestar la lectura de sus ocupantes.
- No les recomendamos levantar la vista del suelo a no ser que no les importe pisar cagadas de perros durante sus paseos por la ciudad.
- Eviten comprar pan. Los dependientes manipulan las barras sin protección alguna en las manos y después de haber tocado quién sabe qué.
- En Madrid hay miles de bares. Si a ustedes no les importa que los productos alimenticios que se exhiben en las barras estén sin protección y expuestos al humo de los cigarrillos, a la saliva de los clientes y a la mugre del camarero, podrán disfrutar sin problemas de la gastronomía de la ciudad.
- Tengan en cuenta que los habitantes de Madrid tienen derechos, pero no tienen obligaciones. Así se explica la falta de civilidad de muchos de los habitantes de la ciudad, que se manifiesta por la suciedad de las calles, los coches mal aparcados y el ruido a todas horas del día y de la noche.
- Se preguntarán ustedes si en Madrid hay alcalde. La respuesta es que, desafortunadamente, sólo tenemos un maestro de ceremonias que se dedica a inaugurar túneles y a destapar fuentes."